Expectativas Racionales

Expectativas racionales

Esta teoría supone que los actores económicos ajustan su conducta no sólo a los datos de la realidad presente, sino también a las Expectativas de evolución que pueden inferirse a partir de ella.
De ese modo los inversionistas, compradores y vendedores, estiman el comportamiento a futuro de diversas Variables Macroeconómicas de importancia - Crecimiento, Inflación, tasa de cambio, etc.- tratando de maximizar sus beneficios ante la situación que racionalmente calculan que existirá.
El hecho de que los actores económicos procedan de esta manera, lo cual se comprueba casi siempre en la práctica, resta poder de maniobra a las políticas económicas de los gobiernos, pues los efectos de las mismas son anticipados y contrarrestados por quienes intervienen en el proceso económico.
Se considera que, para que sean válidas las expectativas o preferencias dentro del análisis económico tradicional, éstas deben contar con algunas características:
  • Ser transitivas. Si decimos que preferimos B sobre A y C sobre B, si las expectativas son racionales, C será preferido sobre A.
  • Ser convexas. Si suponemos un conjunto de expectativas, estas deberán cumplir la característica de que si trazamos un línea recta entre dos elementos del conjunto de las expectativas, todos los puntos de la recta pertenecerán al conjunto mismo.
  • Ser continuas. El conjunto de preferencias no tiene intervalos vacíos.
  • El conjunto es acotado. Hay una frontera bien definida entre los puntos del conjunto y los puntos no pertenecientes al conjunto.
Si el conjunto de expectativas no cumple con estas condiciones, no se pueden calificar de racionales, ya que al momento de analizar las expectativas que no cumplan con estos criterios, generarían inconsistencias donde puede haber dos puntos igualmente preferidos o que se manifestara una preferencia aberrante dentro del análisis racional.
Esta teoría fue propuesta por John F. Muth y desarrollada por Robert Lucas (del mismo recinto de Chicago), junto con Thomas J. Sargent, de Minnesota y Stanford, la cual señaló los nortes de muchas de las explicaciones macroeconómicas de los años setenta y ochenta, basadas en la percepción a futuro por los agentes económicos. Uno de los economistas que más influyeron en la consolidación de esta doctrina fue Milton Friedman.

El supuesto en el que se base este modelo es que los ciudadanos aprenden de sus propios errores. Las predicciones del público pueden ser erradas, pero sus errores no son sistemáticos sino aleatorios. El efecto práctico puede ser demoledor: por ejemplo si esperan un aumento de la inflación, los agentes económicos tenderán a ajustar los salarios y los precios de manera que se producirá un alza general de precios, por lo que la política económica debería generar expectativas que en vez de generar mayores presiones inflacionarias o deflacionarias, induzcan a la estabilidad.

Datos importantes:
Frente a la falta de realismo de la racionalidad de la acción humana propuesta por los neoclásicos. John Muth generalmente considerado fundador de la Teoría de las expectativas racionales- respondió de la siguiente manera:

“Se argumenta a veces que la asunción de racionalidad en economía lleva a teorías inconsistente con o inadecuadas para explicar los fenómenos observados, especialmente cambios a través del tiempo. Nuestra hipótesis se basa exactamente en el punto de vista opuesto: que los modelos dinámicos no asumen la necesaria racionalidad.”

Con esa asunción de "racionalidad dinámica" Muth altero la situación anterior. De la misma manera que los neoclásicos utilizaban racionalidad para conseguir equilibrio estático -es decir, la mantención de los "gastos" en una "tangente" a la línea de restricción presupuestaria y a la curva de indiferencia- Muth utiliza esa misma racionalidad para llegar a un equilibrio dinámico u optimalizad a través del tiempo. Mientras sea el caso que los actores individuales ajusten sus comportamientos de acuerdo a la información que vayan recibiendo o adquiriendo -y no hay razón aparente para pensar que ese no sea el caso- estarán en una línea óptima que permite tomar en cuenta y acomodar cambios tanto en lo que puede gastar como en lo que se desea gastarlo. En otras palabras -y a diferencia de la criticada asunción original- el sistema no demanda racionalidad o conocimiento perfecto del futuro o del sistema mismo por los actores. Ni requiere o demanda previsión a un futuro indeterminado o infinito. Solo demanda flexibilidad en la parte de los integrantes para ajustarse a cambios en las circunstancias y/o información que se tiene o adquiere.

A pesar que Muth escribió su artículo en 1961, esta propuesta no adquirió mayor relevancia hasta que fue incorporada por Robert Lucas en su trabajo acerca de las fundaciones de la microeconomía. - Lucas argumenta que un modelo macroeconómico debe ser construido a partir de la agregación de modelos microeconómicos.

Principales exponentes:

Milton Friedman:


Friedman nació en 1912 en Nueva York, Estados Unidos, en un humilde hogar de inmigrantes provenientes de Rumania. Estudio Matemáticas y Estadísticas en su formación, sintiéndose tempranamente atraído por los temas económicos. A los 34 años de edad obtuvo su doctorado en la Universidad de Columbia, escribiendo su tesis sobre los elevados Ingresos que obtenían los médicos debido al protegido sistema de su actividad. Con este Trabajo inició su cruzada por liberalizar la economía.

Las reformas económicas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher probablemente no hubieran sido posibles sin las bases intelectuales construidas por Friedman. Pero su influencia no se limita sólo a Estados Unidos e Inglaterra.
En Chile su influencia ha sido muy grande. Esto se explica, por una parte, por la gran cantidad de economistas chilenos que estudiaron en la Universidad de Chicago (Producto de un acuerdo con la Universidad Católica de Chile en la década del 50).

Además Friedman estuvo en Chile en 1975, para convencer a Augusto Pinochet, que en ese momento se debatía entre el corporativismo y el Liberalismo, de adoptar el Modelo liberal que finalmente se implantó en este país. De esta forma a Friedman se le considera el padre del Modelo Económico chileno bajo el régimen de Pinochet.

Las razones de la popularidad

Él no debatía con los demás economistas en publicaciones académicas que poca gente lee, sino que prefería hacerlo a través de medios masivos, como en la columna que sostuvo por largos años en la revista Newsweek o en el programa de televisión que condujo, llamado Libertad de elegir (en el cual luego basó uno de sus libros de mayor Venta).
Friedman siempre vinculó su discusión teórica sobre el libre Mercado con alguna propuesta política específica. Por ejemplo, en lugar de simplemente criticar el papel del gobierno en la educación, fue el primero en proponer vouchers (vales) como mecanismo para que las escuelas privadas pudieran competir con las escuelas públicas.
El pensamiento de Friedman está marcado por la desconfianza en las intervenciones de la autoridad.

Pensamiento económico
Milton Friedman es, ante todo, un monetarista. Su principal lucha intelectual fue contra el keynesianismo en el momento de máximo apogeo de éste, en la década del 50. Muchos creyeron que la depresión de los años 30 había sido un fracaso del Capitalismo y llamaron al gobierno norteamericano para que corrigiera los enormes males del Modelo. El más influyente economista de ese período fue, precisamente, John Maynard Keynes, quien insistía en que el gobierno podía moderar y hasta eliminar los ciclos económicos interviniendo en la economía.

Pero mientras Keynes confiaba en ello, Friedman fue uno de los pocos economistas, junto a miembros de la Escuela Austriaca, que en esa época plantearon lo contrario. En su pensamiento está claramente marcada la desconfianza en las intervenciones de la autoridad. Para él, la labor del gobierno debe centrarse en garantizar la existencia de un marco financiero estable, y no en tratar de influir en el Desarrollo de los acontecimientos mediante actuaciones direccionales.
Pero no cabe duda que el tema monetario fue la materia que más interesaba a Friedman. Su Historia monetaria de los Estados Unidos, probablemente más que ningún otro texto, forzó a la profesión económica a considerar seriamente el Monetarismo. La evidencia que intentó presentar el autor era que los mayores ciclos macroeconómicos de la historia estadounidense habían tenido su origen en shocks monetarios, muchas veces incrementados por la mala actuación de la autoridad monetaria.

La contribución anterior dio pie al Desarrollo de la muy influyente "Escuela de Expectativas Racionales". Ésta sostenía que los participantes del Mercado no ignoran las predicciones futuras de la economía, anticipándose racionalmente a los efectos de las políticas gubernamentales. Dado esto, Friedman propuso la aplicación de una regla monetaria que consiste en adoptar una tasa de Crecimiento del Dinero a una tasa constante; por ejemplo, similar a la tasa del Crecimiento del PIB.

Otro aporte de Milton Friedman fue rechazar la idea de muchos economistas de que la existencia de Inflación permitía disminuir el Desempleo. Para él, la tasa de Desempleo está determinada simplemente por factores institucionales, como las presiones sindicales y la existencia de salarios mínimos.
Friedman, quien actualmente supera los 90 años de edad, entró a la historia por haber recibido en 1976 el Premio Nobel de Economía. Sin embargo, sus teorías económicas han tenido fuerte rechazo y en los pocos lugares que se han aplicado fueron la causa directa de crisis económicas de proporciones como en Chile en la década de los ’80 y Argentina en los ’90.


Obras:
  • Essays in Positive Economics, 1953
  • A Theory of the Consumption Function, 1957
  • A Program for Monetary Stability, 1959
  • Capitalism and Freedom, 1962
  • Inflation: Causes and consequences, 1963
  • The Optimum Quantity of Money and Other Essays, 1969
  • The Counter-Revolution in Monetary Theory, 1970
  • Free to Choose: A personal statement, con Rose Friedman, 1980.
  • " Analytical and Continental Traditions in Perspective",
Sus obras más importantes son: Teoría de la Función del Consumo (1957); Un programa para la fiabilidad monetaria (1959); La cantidad óptima de Dinero y otros ensayos (1969); y, en colaboración con Anna Schwartz, Historia monetaria de los Estados Unidos (1963).

John F. Muth.

John F. Muth conocido como "el padre de las expectativas racionales" nació en Chicago en 1930. Estudió ingeniería eléctrica en la Washington University y se graduó en la GSIA del Carnegie Institute of Technology (ahora Carnegie-Mellon University). En 1962 obtuvo el Ph. D. en Economía Matemática.
Ha sido profesor en la University of Chicago, en la Cowles Foundation de la Yale University, en la Carnegie-Mellon University, en la Michigan State University y en la Indiana University.
Muth escribió varios artículos desarrollando la hipótesis de las expectativas racionales. Según opina su biógrafa Esther-Mirjam Sent, en realidad el no creía en la validez microeconómica de esa teoría sino que estaba interesado en sus relaciones con la "racionalidad limitada".
Sus ideas fueron desarrolladas por Robert E. Lucas que fue premiado con el Nobel en 1955.
Un resumen extenso en español de las ideas de John F. Muth puede verse en Elies Furio Blasco: El contexto del surgimiento del concepto de «expectativas racionales».
Falleció el 23 de octubre de 2005 en su casa de Key West Florida, en esos momentos azotada por el huracán Wilma.
 

Obras:

Muth, John F. 1954. A Note on Balanced Growth. Econometrica 22:493-495.
--. 1960a. Optimal Properties of Exponentially Weighted Forecasts. Journal of the American Statistical Association 55.290:299-306. Reprinted in Robert E. Lucas and Thomas J. Sargent 1981.
--. 1960b. Rational Expectations and the Theory of Price Movements (Abstract). Econometrica 28:704.
--. 1961. Rational Expectations and the Theory of Price Movements. Econometrica 29.3:315-335. Reprinted in Arnold Zellner 1968, David Cass and Lionel W. McKenzie 1974, and Robert E. Lucas and Thomas J. Sargent 1981.
--. 1963. The Effect of Uncertainty in Job Times on Optimal Schedules. In John F. Muth and Gerald L. Thompson 1963.
--. 1966. Forecasting Models: Their Development and Implications for Decision-Making. Research Toward the Development of Management Thought, Academy of Management 26th Annual Meeting, San Francisco, California, December 27-29, 1966:108-114.
--. 1981a. Estimation of Economic Relationships Containing Latent Expectations Variables. In Robert E. Lucas and Thomas J. Sargent 1981.
--. 1981b. An Equilibrium Choice Model of Performance and Satisfaction, School of Business, Indiana University, Discussion Paper #170, February 27, 1981.
--. 1982. Experience as a Search Process. Proceedings of the Midwest American Institute of Decision Analysis Meeting, Milwaukee, April 7-9, 1982:72-74.
--. 1985. Properties of Some Short-Run Business Forecasts. Eastern Economic Journal 11:200-210.
--. 1986. Search Theory and the Manufacturing Progress Function. Management Science 32:948-962.
--. 1987. Discussion of Schips' Paper. In Theoretical Empiricism, edited by Herman Wold. New York: Paragon House.
--. 1989. A Stochastic Theory of the Generalized Cobb-Douglas Production Function. In Cost Analysis Applications of Economics and Operations Research, edited by Thomas R. Gulledge, Jr. and Lewis A. Litteral. New York: Springer-verlag.
--. 1994. Does Economics Need Theories? In Philip A. Klein 1994


Robert Lucas Jr.

Economista estadounidense de la Universidad de Chicago (Nació 15 de septiembre de 1937 en Yakima, Washington), obtiene el Premio Nobel de Economía en 1995 por haber desarrollado y aplicado la hipótesis de las expectativas racionales y haber por tanto transformado el análisis macroeconómico y profundizado la comprensión de la política económica.
Se graduó en estudios de Historia en 1959 y obtuvo luego un Ph.D. en Economía en 1964, ambos títulos de la Universidad de Chicago. Dio clases en la Universidad Carnegie Mellon hasta 1975, cuando regresó a la Universidad de Chicago.

Probablemente uno de los economistas más influyente desde los años 70. Su principal aporte ha sido en el campo de la teoría macroeconómica, introduciendo los fundamentos microeconómicos para justificar los modelos macroeconómicos. Se le conoce en primer lugar, por sus investigaciones acerca de las implicaciones de asumir las "expectativas racionales". Robert Lucas es el líder de la escuela llamada "Nueva Economía Clásica", una versión moderna de la vieja Escuela de Chicago. Su hipótesis de las expectativas racionales ha conducido a la marginación de los neokeynesianos y al entrenamiento de una macroeconomía basada en los principios neoclásicos.

Ha sustentado la visión del ciclo económico como equilibrio dinámico. Desarrolló el concepto de la Crítica de Lucas sobre política económica, la cual sostiene que relaciones entre parámetros que parecen permanecer estables, como por ejemplo la aparente relación entre inflación y desempleo, cambian en respuesta a cambios de la política económica. Asimismo ayudo al desarrollo del modelo de las Islas-Lucas, que sugiere que la población puede ser engañada por medio de la política monetaria.
En el pico de la crisis de mediados de los setenta, precisamente en 1976, Robert Lucas Jr. publica su célebre crítica a la curva de Phillips. El rescate y afinamiento de las ideas clásicas efectuado por Lucas (también Premio Nobel de Economía) le da la estocada definitiva a un keynesianismo en crisis. Para la Nueva Escuela Clásica, la curva de Phillips es inestable en el corto y en el largo plazo; los agentes económicos forman sus expectativas de manera racional y por lo tanto, los mercados se vacían en el corto plazo, dando lugar a que incluso el desempleo sea voluntario. El poder explicativo de la Nueva Economía Clásica, también conocida como Escuela de Expectativas Racionales marcó un nuevo rumbo en la investigación económica dando lugar que hoy en día, hasta los nuevos modelos keynesianos utilicen optimización intertemporal (preocupados por el largo plazo) y basen sus razonamientos en hipótesis con expectativas racionales. El hecho de que la información sea costosa y difícil de procesar es simplemente un complemento a una hipótesis central que ya no fue rebatida.

Obras:
  • "Optimal Investment Policy and the Flexible Accelerator", 1967, IER.
  • "Adjustment Costs and the Theory of Supply", 1967, JPE
  • "Real Wages, Employment and Inflation", with Leonard A. Rapping, 1969, JPE
  • "Investment Under Uncertainty", with E.C. Prescott, 1971, Econometrica
  • "Expectations and the Neutrality of Money", 1972, JPE
  • "Econometric Testing of the Natural Rate Hypothesis", 1972, in Eckstein, editor, The Econometrics of Price Determination.
  • "Some International Evidence on Output-Inflation Tradeoffs", 1973, AER
  • "Equilibrium Search and Unemployment", with E. C. Prescott, 1974, JET
  • "An Equilibrium Model of the Business Cycle", 1975, JPE
  • "Econometric Policy Evaluation: A critique", 1976, CROCH
  • "Understanding Business Cycles", 1977, CROCH
  • "Asset Prices in an Exchange Economy", 1978, Econometrica
  • "`New' Explanations of the Persistence of Inflation and Unemployment", with T.J. Sargent, 1978, in After the Phillips Curve.
  • "After Keynesian Macroeconomics" with T.J. Sargent, 1978, in After the Phillips Curve.
  • "Rules, Discretion and the Role of the Economic Advisor", 1980, in Fischer, editor, Rational Expectations.
  • "Methods and Problems in Business Cycle Theory", 1980, JMCB
  • Studies in Business Cycle Theory
  • "Equilibrium in a Pure Currency Economy", 1980, Econ Inquiry
  • "Tobin and Monetarism: A review article", 1981, JEL.
  • "Interest Rates and Currency Prices in a Two-Country World", 1982, JME
  • "Optimal Fiscal and Monetary Policy in an Economy without Capital", with N.L. Stokey, 1983, JME
  • "Optimal Growth with Many Consumers", with N. L. Stokey, 1984, JET
  • "Money in a Theory of Finance", 1984, CROCH
  • "Money and Interest in a Cash-in-Advance Economy", with N. L. Stokey, 1987, Econometrica
  • Models of Business Cycles, 1987.
  • "On the Mechanics of Economic Development", 1988, JME
  • Recursive Methods in Economic Dynamics, with N. L. Stokey, 1989.
  • "Liquidity and Interest Rates", 1990, JET
  • "Why Doesn't Capital Flow from Rich to Poor Countries?", 1990, AER
  • "Making a Miracle", 1993, Econometrica
Validez de la teoría:

En un artículo seminal, Hall (1978) señaló una simple y sorprendente implicación de la hipótesis de expectativas racionales en la teoría del consumo basada en la renta permanente: las variaciones en el consumo debían ser impredecibles, es decir, debían comportarse como un paseo aleatorio. En efecto, de acuerdo con la teoría de la renta permanente, los consumidores sometidos a una restricción presupuestaria intertemporal, tratan de alisar la senda de su consumo a lo largo del tiempo. Por ello, el consumo refleja las expectativas del consumidor sobre su renta futura, es decir, el consumo sólo varía cuando los consumidores revisan sus expectativas. Sin embargo, si los consumidores utilizan toda la información disponible de forma óptima, las revisiones de sus expectativas deberían ser impredecibles y, por tanto, también las variaciones en su consumo.

Formulada de esa manera, la contrastación de la hipótesis de la renta permanente, se realiza, simplemente, regresando la variación en el consumo con respecto a un conjunto de retardos de esa misma variable, para ver si éstas predicen los cambios en el consumo. Hall obtuvo el sorprendente resultado de que las variaciones en el consumo cuatrimestral eran en gran medida impredecibles, es decir, se aproximaban a un paseo aleatorio.

El enfoque de Hall supuso una revolución en el análisis empírico. En efecto, veinte años antes, la investigación empírica sobre el consumo, se basaba en estimar funciones de consumo, cuyo éxito se basaba en una buena estimación medida por un R cuadrado elevado. Hall invirtió el argumento, señalando que la teoría de la renta permanente era válida, precisamente porque encontraba un R cuadrado bajo. La diferencia surge porque Hall no estima una función de consumo, sino que examina la condición intertemporal de primer orden para un consumidor representativo, para comprobar si éste consumidor está realizando errores sistemáticos de optimización. Así, Hall cambió para siempre los términos del debate sobre la hipótesis de la renta permanente. 

Las expectativas racionales han supuesto una contribución metodológica esencial a la economía aplicada y, hoy día, el enfoque de expectativas racionales en el trabajo empírico es una práctica estándar. Se encuentra especialmente desarrollado en los métodos de la ecuación de Euler que evolucionaron a partir del trabajo de Hall. Los investigadores han aplicado estos métodos para estudiar la oferta de trabajo, la demanda de trabajo, el gasto en bienes de consumo duraderos, la inversión fija empresarial, y la acumulación de existencia. Aunque es cierto que estas técnicas no es probable que reemplacen completamente a los enfoques econométricos antiguos, "se han ganado un lugar permanente en la caja de herramientas de los economistas" (Mankiw 1990, p. 1652). 

En conclusión podemos decir que la teoría de expectativas racionales tuvo gran relevancia ya que en muchos modelos económicos se utilizaban y en algunos csos se utilizan como variables las expectativas a futuro, lo cual es importante ya que de ésta forma pueden prever diversas situaciones inesperadas. Pero al mismo tiempo ha sido una teoría bastante criticada debido a que es inconsistente esperar que podamos medir todas las probabilidades de lo que puede suceder en un futuro y menos basarnos solamente en expectativas y no en datos reales.

Por ejemplo: una investigación empírica mostro varios mercados importante financieros y cambiarios en los que el comportamiento no se ajustaba a las predicciones de la teoría. Casos notables de esa inadecuación fueron la larga fase de apreciación del dólar en los años 80´s y la existencia de predicción sistemáticos en los mercados futuros cambiarios. Además de la evidencia econométrica, la abrupta caída de Wall Street en 1987 hizo una gran contribución al desprestigio de la teoría. Más adelante, la crisis de México, primero, y la crisis asiática y sus secuelas, después, terminaron de barrer lo que restaba de las expectativas racionales y los mercados financieros eficiente. A partir de cantidades de casos similares el uso de la teoría de las expectativas racionales ha dejado de tener relevancia.